Construida en 1907, esta majestuosa residencia es una de las grandes joyas arquitectónicas de la colonia Roma Norte y, sin duda, una de las casas más notables de México. Restaurada con extraordinario cuidado y sensibilidad, combina la grandeza de la arquitectura porfiriana con el confort y la elegancia contemporánea, preservando intacto su carácter original.
Desde su entrada, la casa impresiona con un vestíbulo de recepción de gran presencia, donde los pisos de duela originales, ensamblados con precisión para formar figuras geométricas, evocan la artesanía y el refinamiento de principios del siglo XX. Conservados en perfecto estado, estos detalles hablan del esmero con que ha sido cuidada la propiedad.
El corazón de la casa es su escalera helicoidal de madera, una verdadera obra de arte añadida en 1917, durante la ampliación de la residencia. Su elegante diseño y detallada talla la convierten en un punto focal escultórico que define el espíritu de toda la propiedad.
Los interiores destacan por sus extraordinarias alturas, molduras ornamentales impecables, candiles
Baccarat y lámparas doradas del siglo XIX, que llenan cada rincón de luz y sofisticación. Los vitrales originales, diseñados por el artista Claudio Pellandini, filtran la luz natural con sutiles matices de color que realzan la belleza de los espacios interiores. La residencia cuenta con tres amplias recámaras, dos de ellas con walk-in closet, y todas con baños completos revestidos con mosaicos italianos Bisazza. La recámara principal es un refugio de elegancia y serenidad, con family room privado y un baño amplio y luminoso, donde la tina Victoria + Albert se convierte en el centro de un ambiente de lujo y bienestar. Las dos salas y el comedor, distribuidos en distintos salones, ofrecen una secuencia de espacios refinados
que mantienen la escala y proporción de una residencia clásica, pero con la fluidez y funcionalidad de una casa contemporánea.
La propiedad incluye además una biblioteca excepcional, un espacio singular y lleno de carácter; una cava, una oficina, y una cocina moderna equipada con electrodomésticos de alta gama, que conjuga diseño y funcionalidad. Entre 2008 y 2014, la casa fue sometida a una restauración estructural integral, que incluyó el refuerzo con pilotes para garantizar su estabilidad y preservar su integridad arquitectónica, además de la renovación completa de las instalaciones eléctricas e hidráulicas. Las ventanas y puertas Kommerling ofrecen aislamiento y confort sin alterar la autenticidad del diseño original. En el exterior, la propiedad cuenta con dos jardines, tres terrazas ideales para disfrutar del aire libre,
y estacionamiento para ocho autos. También dispone de un apartamento independiente para el servicio. Esta residencia es una verdadera obra de arte habitable, donde la historia, el lujo y la belleza conviven en armonía. Su ubicación, a pasos de la Plaza Río de Janeiro, la sitúa en el corazón de la Roma Norte, rodeada de arquitectura, arte y gastronomía en uno de los barrios más emblemáticos y deseados de la Ciudad de México.